¿Producimos vino en Asturias?
Asturias es bien conocida por su gastronomía, notablemente puntuada por todo el que la prueba, destacando por su calidad y por la generosidad con la que se sirve. Desde un plato de buen queso Cabrales con dulce de manzana, hasta pescado y marisco fresco de nuestra costa, pasando por la sidra y la fabada. Pero aún hay un secreto gastronómico por descubrir, el vino de Cangas, el vino de Asturias y la tradición de la viticultura heroica. Un vino distinguido con el sello Denominación de Origen Protegida que se cultiva escondido en lo más profundo de la zona occidental de nuestra tierra. Concretamente en 7 municipios asturianos: Cangas del Narcea, Allande, Degaña, Grandas de Salime, Ibias, Illano y Pesoz. Donde nuestra tierra limita con Galicia y León.
Entre valles repletos de bosques centenarios como el Bosque de Muniellos y dentro de la Reserva de la Biosfera UNESCO de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Los pequeños viticultores locales cultivan sus viñedos en las laderas de las montañas. Este tipo de cultivo es denominado como “viticultura heroica” o “viticultura de montaña”. Y su nombre se debe a su localización en laderas abruptas y con un alto grado de inclinación. Para tener esta denominación el grado de inclinación debe ser superior al 30%.
Este factor convierte la producción de este vino en una ardua tarea debido al difícil acceso a los viñedos para su cuidado y la recolección de la uva. Las condiciones del terreno hacen casi imposible la utilización de maquinaria pesada y dan un valor fundamental al trabajo humano. Dando como resultado un producto artesanal de gran valor, puesto que son las manos de hombres y mujeres las que mejor conocen los secretos de los viñedos.
Su historia
Este factor humano y los conocimientos que se transmiten de generación en generación son la huella de identidad que hace tan especial al vino de Cangas. Una tradición que comenzó en el siglo IX, con la que están vinculados desde hace más de 10 siglos. Aumentando a partir del siglo XI con la producción y comercialización del vino por los diferentes abades y monjes en el Monasterio de Corias (Cangas del Narcea, S.XI).
Así, la tradición de la viticultura heroica se estableció en esta zona hasta los siglos XIX-XX, llegando a haber 5493 hectáreas cultivadas (1858). Una tradición de un vino valorado no solo en España, sino también en Europa, como recoge el ente gestor de la DOP de Cangas:
A mediados del siglo XX, el avance de la minería y varios desastres naturales, como una gran granizada en 1959, supuso el comienzo de la disminución del vino de Cangas. Solo algunos pequeños productores y familias continuaron manteniendo la tradición hasta finales del siglo pasado. En la década de los noventa los productores que resistían se unieron para conservar este patrimonio promoviendo cursos y jornadas sobre el cultivo. Proceso de recuperación que culmina en el año 2008, fecha en la que recibe el prestigioso sello Denominación de Origen Protegido Cangas.
Un vino único de producción exclusiva
Hoy en día son cada vez más los pequeños productores que cogen el relevo familiar para continuar con la tradición. Produciendo un vino de aspecto limpio, fresco, de sabores frutales y florales. Para la elaboración de este vino se utilizan cuatro tipos de uva autóctona: Carrasquín, Albarín negro, Albarín blanco y Verdejo Negro. Variedades únicas e inigualables en el mundo que los pequeños viticultores han conservado con el paso de los años. En una región, cuyo aislamiento de grandes tránsitos la ha convertido en un santuario para determinadas uvas.
En Primitive Ways te ofrecemos nuestra experiencia Un vino milenario en el occidente de Asturias. En la que podrás conocer la tradición de la viticultura heroica y probar este vino tan especial.
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