En nuestro recorrido por las cosas que verás en tu viaje por Asturias, hoy descubriremos el horru, horro u horriu (hórreo en castellano), uno de los símbolos más reconocidos de Asturias. Un patrimonio de nuestra tierra que, aunque a veces nos parezca un simple objeto decorativo, guarda mucha historia y utilidades. Así que vamos a seguir indagando en nuestra cultura tradicional y costumbres esta vez a través de esta construcción. Para que la próxima vez que vengáis a Asturias podáis disfrutar más de nuestros pueblos y sus gentes. Y reiteramos el consejo, “saludad y hablad con los vecinos, siempre os enseñarán algo interesante” ¡Vamos allá!
Qué es un horru
El horru (hórreo), es una de las construcciones más típicas de Asturias y se pueden ver fácilmente en nuestros pueblos. De hecho, no entenderíamos una casería y el paisaje asturiano sin un horru al lado de la casa. Comencemos explicando que el horru es un granero separado del suelo por cuatro pilares. Su construcción se realiza con madera, aunque tiene algunas piezas que pueden ser de piedra, como sus pegollos (pilares) y mueles (muelas). La planta del horru es cuadrada y por norma general tiene 4 pegollos. Además, su tejado tiene caída a cuatro aguas, formado por 4 triángulos que se unen en un vértice, el “cantapaxarinos” (donde cantan los pájaros) o moño, su punto más alto.
¿Para qué sirven?
El horru era muy importante (y ojalá siga siendolo) para las comunidades rurales ya que en ellos se conservaban todo tipo de alimentos. Desde el grano de las cosechas de maíz, trigo o escanda, manzanas, fabes, hortalizas , patatas, quesos, embutidos, etc. Ventilándolos y teniéndolos protegidos de la humedad, inclemencias climatológicas, de los roedores y otros animales… Gracias a les mueles, la pieza situada encima de los pilares, se impedía que los roedores pudieran subir arriba.
También el espacio formado debajo del horru tenía su función para guardar aperos de trabajo, como el carro, el arado, … O apilar leña para calentar el hogar en invierno. En la zona del occidente asturiano es común que la parte de abajo del horru se convierta en una cuadra o en una habitación más para diversos usos.
Antaño tener un horru grande denotaba que los propietarios tenían una hacienda próspera, ya que necesitaban un gran espacio para almacenar toda su producción de alimentos. Además, un pueblo con muchos horros era una buena señal, demostraba una buena actividad económica y un buen aprovechamiento de los recursos.
En muchos casos los horros y paneres están divididos por dentro en varios trozos que pertenecen a varios propietarios. Esto suele deberse a las particiones de herencia a lo largo de generaciones, y en otros casos, a la construcción ex profeso del bien por varios vecinos. Además, como dato interesante los horros que vemos en medio de los pueblos suelen estar construidos en terreno público. La explicación a este hecho es que a los horros se les ha considerado históricamente bienes muebles, es decir, que se podrían trasladar de un lugar a otro fácilmente, como si fueran un carro o un coche en la actualidad.
Y… ¿qué es una panera?
Porque la palabra panera seguro que también os sonará mucho. Pues bien, la panera, así como el horru, es una construcción de madera elevada del suelo por pegollos destinada a ser un granero. Su aparición es posterior a la del horru, siendo los primeros documentos que se conservan del siglo XVI. Normalmente es de mayor tamaño que su hermano y esto se debió al aumento productivo de las familias en aquellas épocas. Si tenían más alimentos, necesitaban más espacio para guardarlos y conservarlos.
Pero entonces ¿Cuál es la diferencia entre un horru y una panera?
No es simplemente el tamaño, la gran diferencia es que la planta de la panera es rectangular y la del horru es cuadrada. Mucha gente piensa que la diferencia es que los horros tienen cuatro pegollos y les paneres seis. Pero a poco que demos una vuelta por los pueblos de Asturias veremos horros de más de 4 pegollos y paneres enormes de 8 y 10 pegollos.
Aunque para los más técnicos, hay que decir que lo que marca la diferencia es la viga cumbrera que hace que la panera tenga dos vértices y una arista en la cima de su tejado. Mientras que el horro, que no posee viga cumbrera, solo tiene un vértice en el punto más alto del tejado, el antes mencionado cantapaxarinos. Pero a esta regla hay excepciones, como podemos ver en la foto del horru con les fabes colgando de Espinareu, donde podemos observar que tiene dos cantapaxarinos.
“Los horros tienen la planta cuadrada, mientras que les paneres tienen la planta rectangular y poseen una viga cumbrera”
Un pueblo para ir a ver horros
El pueblo que tenéis que visitar si queréis ver esta antigua construcción asturiana es el pueblo de Espinareu, en el concejo de Piloña (ver mapa aquí). Podréis llegar en 30 minutos en coche desde Cangas de Onís, Ribadesella o Villaviciosa por ejemplo, ¡un paseín! Desde Infiesto, la capital del concejo, os dirigiréis valle adentro dirección sur, hacia las montañas, y al final del valle… encontraréis Espinareu ¡qué pueblo! Cada vez que voy pienso “después de mi pueblo, este es el más bonito”. Aquí veremos una de las mayores concentraciones de horros y paneras de Asturias, un total de 20 horros y 6 paneres. Entre sus estrechas y encantadoramente desordenadas calles veremos horros antiquísimos, siendo el más antiguo un ejemplar del año 1548 ¡ojo, ahí aguanta hecho de madera!
Focicu
En este pequeño anexo de vocabulario asturiano veremos la palabra focicu, que significa hocico. Se usa para animales, por ejemplo, para perros, “metió’l focicu nesi furacu, topó algo” (metió el hocico en ese agujero, algo encontró). También se usa la expresión “meter el focicu en algo”, cuando alguien se entromete en asuntos ajenos.
Otro uso sería para expresar que alguien está enfadado “vaya focicu trae” (parece que está enfadado) O…. que no le gusta lo que le has dicho, por ejemplo, si confundes un horru y una panera… Posiblemente un asturiano “te ponga focicu”, y tú dirías “¡púsome un focicu que metía mieu!” (me puso una cara que daba miedo). Permitirnos en todo esto buen humor, que de eso tenemos en abundancia por aquí.
Y si queréis descubrir más cosas en Asturias…
Pues usando de manera irónica la expresión anterior, “vamos a meter el focicu” en Asturias y su cultura tradicional. Invitándoos a descubrir sus pueblos, costumbres, gastronomía y magníficos entornos naturales. Así que cuando prepares tu viaje y el de los tuyos cuenta con Primitive Ways ¡simplemente relájate y disfruta! Contacta con nuestro equipo y te ayudaremos a organizar la mejor de las experiencias por Asturias.
Comments